8.30.2008

EDUCACION CRISTIANA


IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA


“La educación cristiana es tan importante como el aire que respiramos”

Es de vital importancia para la vida del ser humano aquí en la tierra y para el mundo venidero. Dios mismo dice en su Palabra:

“Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos y sus mandamientos los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.” Deuteronomio 4:39 y 40

El ser humano debe aprender el temor a Dios. Debe reconocer que hay un Dios en el cielo. Y que gobierna en la tierra. Debe reflexionar que Dios es real y que nos ha dejado su Palabra para que podamos conocerle y amarlo.

Respetar su Palabra y obedecerla traerá bendición para nuestras vidas y para nuestras generaciones. Todas las cosas que emprendamos se realizaran pues Dios nos lo ha prometido. El es fiel a su Palabra.

“Palabra fiel es esta y digna de ser recibida por todos.” 1 Timoteo.4:9

Por tal razón debemos reflexionar y aprender que hay un Dios que nos ama y que nos demanda obediencia a su Palabra. Y es a través de su Palabra que aprendemos de El, de sus atributos, de su plan de salvación para la humanidad, de todos los proyectos que tiene preparado para sus hijos. De su Espíritu Santo que desea morar en nuestras vidas, de sus ricas bendiciones en Cristo Jesús en fin tantas promesas de bendición para nuestras vidas que debemos saber y experimentar. Por tal razón debemos enseñar su Palabra.

“La fe viene por el oír, y por el oír por la Palabra de Dios.” Romanos 10:17 Las personas para poder creer en Dios deben escuchar la Palabra de Dios. Es la única manera que podemos conocer a Dios y que la fe de las personas pueda activarse y experimentar el amor de Dios. Esto es lo que Dios le enseño al pueblo de Israel en el Antiguo Testamento:


“Oye Israel, Jehová tu Dios uno es. Y amaras a Jehová tú Dios, de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas; Y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón. Y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ella estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte y cuando te levantes.” Deuteronomio 6: 4 al 7

Esto es lo que Dios espera del hombre, que lo ame de todo corazón y enseñe a sus hijos su Palabra. Ahora bien, ¿Cuál es el resultado de esto? El siguiente:


“Por haber oído estos decretos, y haberlos guardado y puesto por obra. Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres, y te amara, te bendecirá y te multiplicara, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano y tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.”
Deuteronomio 7:12 y 13

Esto fue una realidad en el pueblo hebreo. Pero no siempre fue así. Cuando el pueblo se apartaba de Dios y se olvidaban de guardar lo aprendido y se desviaban tras los deseos de su corazón. Dios los disciplinaba. Por ejemplo en tiempos del imperio Babilónico Israel fue deportado y la ciudad y el templo fueron destruidos por causa de la desobediencia a Dios y su Palabra. Pero al cumplirse el tiempo del destierro el Señor toco el corazón de un poderoso rey “Darío” quien da la orden de que los judíos debían regresar a sus tierras y reconstruir la ciudad y el templo. El decreto decía así:
“yo Darío he dado el decreto, sea cumplido prontamente.”

De esta manera los judíos regresaron a su nación y comenzaron la reconstrucción. Entre los que regresaron estaba un hombre de Dios llamado Esdras. Las Escrituras dicen de el lo siguiente:

“Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.” Esdras 7:10


Por esta razón la mano de Jehová su Dios estaba sobre el. Y el rey le concedió todo lo que pidió y le dijo:

“Y tu Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios, pon jueces y gobernadores que gobiernen en todo el pueblo que esta del otro lado del rió, a todos los que conocen la ley de tu Dios; Y al que no la conoce, le enseñaras.” Esdras 7:25



La restauración del templo y la ciudad fueron posibles ya que Dios toco el corazón del rey y puso a Esdras como sacerdote para escoger a los jueces y gobernadores y sobre todo, para enseñar la palabra de Dios al pueblo. De esta manera vemos nuevamente la importancia de enseñar LAS SAGRADAS ESCRITURAS y los resultados que estas producen.

Pero los profetas del antiguo Testamento venían anunciando que vendría el gran maestro, Enmanuel Dios con nosotros. Dios mismo en medio de la humanidad para Enseñar el camino a Dios. En el libro del profeta Isaías dice:




“Inclinad vuestro oído, y venid a mí. Oíd y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno las misericordias firme de David. He aquí yo lo di por testigo a los pueblos; por jefe y por maestro a las naciones.” Isaías 55: 3 Y 4

De esta manera anunciaba Dios la venida del gran maestro nuestro Señor Jesucristo. Dando ejemplo: “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:


"A la verdad las mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad pues, al Señor de las mies que envié obreros a sus mies.”
Mateo 9: 35 al 38

El Señor es el gran maestro. Vino para darnos ejemplo y enseñarnos la voluntad de Dios. El enseño por tres años aproximadamente a sus discípulos. (Alumnos) y luego les dio la orden de reproducir nuevos discípulos. Enseñándoles todas las cosas que el les había enseñado y la promesa era que el estaría con ellos todos los días hasta el fin del mundo.

“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:18 y 19

La gran comisión de nuestro Señor Jesucristo, refleja la gran Importancia de enseñar la Palabra, al igual que en el Antiguo Testamento. Pues es el mismo Dios quien desea que todas las personas conozcan y hagan su voluntad.

Pero la responsabilidad de enseñar no es solo de los Padres. O de los sacerdotes sino que Dios ha establecido en su iglesia apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Para edificar y perfeccionar a los hijos de Dios para el trabajo o la obra del ministerio. Veamos lo que dice el apóstol Pablo:



“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y al conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por donde quiera por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre si por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Efesios 4:11 al 16

1.- Dios mismo creo los ministerios.

Esto no es capricho del hombre, o inventos. Sino que Dios mismo ha establecido que en su iglesia existan los ministerios para edificar y perfeccionar a sus hijos. En la iglesia primitiva vemos como Dios dirigía y escogía a sus servidores.

“Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profetas y maestros: Bernabé, simón el que llamaban Níger, Lucio de cirene, manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca y Saulo. Ministrando estos al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: apartarme a Bernabé y a Saulo para la obra que los he llamado.” Hechos 13: 1 al 3

Los ministros de Dios no son escogidos a dedo sino que Dios mismo trata con cada uno de nosotros, los prepara y luego los envía a la obra.

Los cinco ministerios son: Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

2.- EL propósito es capacitar y ayudar a crecer espiritualmente la iglesia.

Aquí podemos ver como Dios esta interesado en la enseñanza de sus hijos pues el ha levantado hombres y mujeres las cuales capacita con sus dones para edificar y perfeccionar a sus hijos para que puedan crecer espiritualmente y trabajar en su obra. Esto no es capricho de hombres. Si no que es la voluntad de Dios. Que todos crezcamos en conocimiento y perfeccionarnos para que podamos funcionar en la iglesia. Por tal razón el apóstol Pablo dice:


“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” 1 Corintios 15.58

3.­- La meta es alcanzar la estatura de Cristo.

El trabajo, y el ministerio no son para vanagloria nuestra, pues el apóstol
Pablo enseñaba a la iglesia de los corintios lo siguiente:

¿Qué, pues, es Pablo.? ¿Y que es Apolo? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo plante, Apolo regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.” 1 Corintios 3: 5 al 8

Entonces, ¿Cuál es la meta correcta? La meta correcta es:

A.- La unidad de la Fe.

En el capitulo cuatro dice Pablo:




“…os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamado, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vinculo de la paz; Un cuerpo, y un espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Efesios 4:1 al 6


B.- La plenitud de Cristo en nosotros.

La voluntad del Padre es que podamos crecer Espiritualmente, a la imagen gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. Que seamos iguales y a la semejanza de nuestro Señor. Como dice Pablo más adelante:

“Sino que siguiendo la verdad en amor crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre si por toda la coyuntura que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Efesios 4:15 y 16

En otras palabras la voluntad de Dios es que usted sea Cristo aquí en la tierra, de echo somos su cuerpo. Usted es las manos, los ojos, los pies, los brazos, la boca de Cristo. Cuando usted pone en practica sus dones para edificar a los demás miembros, usted forma parte de ese crecimiento demostrando su madures espiritual y que usted esta lleno del amor de Cristo y quiere compartirlo con sus hermanos. Así demostramos que Cristo vive en nosotros y que estamos lleno de el. En sus oraciones Pablo decía:

“Para que habite Cristo por fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” Efesios 3: 17 al 19.
Y estar llenos de Cristo, quiere decir que estamos llenos de Dios.

C.-Estar firmes en nuestra fe cristiana

Estas comprendiendo, la importancia que es, enseñar las Escrituras. Sigamos adelante. Entre la creación de los ministerios de la iglesia y el propósito y metas que estos deben alcanzar, que es lograr la unidad y la madurez espiritual, encontramos que mientras desarrollamos esto, estamos combatiendo a su vez las falsas enseñanzas, que nos pueden mover de la verdadera fe en Cristo.

“Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por donde quiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres, que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.” Efesios 4:14

La importancia de la educación cristiana se hace una realidad cada día cuando podemos ver tantas doctrinas de demonios y satánicas, que aparecen para desviar la fe de los creyentes. La palabra nos enseña que debemos crecer y ser madurez espiritualmente para no dejarnos arrastrar por esas enseñanzas de hombres y mujeres que son usados por el enemigo para desviarnos de la fe en Jesucristo.

Como cristianos debemos ser estables como el saman en medio de la sabana. Que aunque soplen los vientos y rujan las tempestades en el cimiento eterno de su Palabra, mi fe, en gloriosa paz descansa.

El salmo 1 nos enseña la bendición que es estar en su palabra:

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejos de malos, ni estuvo en caminos de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová esta su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como el árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo y sus hojas no cae; y todo lo que hace prosperara.”

Salmo1:1 al 3

Los enemigos de Dios, tratan de desviar de su fe a los cristianos con falsas enseñanzas, de obstaculizar la obra de Dios pervirtiéndola a traves de torcer las Sagradas Escrituras para su conveniencia y otros como los fariseos del tiempo de Jesús, añaden cargas pesadas que ni ellos mismos pueden llevar.

¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Core.
Judas 1: 11

Para mas información de los falsos maestros y doctrina lea toda la carta universal de Judas en el Nuevo Testamento.

Hoy mas que nunca necesitamos enseñar la Palabra de Dios. Ella nos da vida y bendiciones en esta vida y en la venidera. No tengas miedo de enseñarla a tus hijos, nadie se vuelve loco por estudiar la Biblia. Al contrario ella hace sabio al hombre sencillo. Si Dios te ha llamado para enseñar como maestro las sagradas Escrituras, no tengas miedo el Señor esta contigo puesto la voluntad de Dios es que lo conozcan a el y ha su Hijo JESUCRISTO a quien el envió. Sigamos adelante recordando que:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, Y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” 2 de Timoteo 3:16 y 17

SEGUIDAMENTE VEREMOS UNA RESEÑA HISTÓRICA REFLEXIVA SOBRE LA ESCUELA DOMINICAL POR EL REV. JOAO MARCOS COSTA DE OLIVEIRA ROCHA.

TOMADO DE BIOGRAFIAS.


HISTORIA DE LA ESCUELA DOMINICAL

La escuela dominical es una gran bendición para el pueblo de Dios. Es el más importante y directo recurso de enseñanza cristiana que infelizmente hoy sufre enorme negligencia por parte de muchas iglesias. Como institución la escuela bíblica Dominical no tiene dueño, ni es propiedad de ninguno. Y por ser evangélica abarca a todas las denominaciones eclesiásticas. Históricamente la E.B.D. tiene 200 años, pero en la práctica su semilla ya había sido lanzada 5000 años antes por los Israelitas. Todo empezó en el año de 1780 en una ciudad llamada gloucester, Inglaterra. Un periodista cristiano llamado Robert Raikes no aceptaba la idea de que los niños pobres de la ciudad no disfrutaban de una enseñanza básica que contribuyera a una buena formación educacional. Los días domingos se ponía a observar por la ventana a los niños pobres, andrajosos, sucios que infectaban las calles y provocaban desordenes causando disturbios en la vida urbana, trasformando las calles en escuelas del vicio y de maldad. Los padres de los niños por descuido y por extrema miseria, no se incomodaban con esta situación, pero Robert Raikes que empleaba a muchos de estos niños en su venta de periódicos en la semana se preocupaba por el destino y suerte de aquellos pequeños que mas tarde se trasformarían en delincuentes, homicidas, falsificadores y que el gobierno ingles deportaba para la india, Oceanía alejándolos así del medio social. En los puertos marítimos, Raikes observaba viejos y jóvenes que serian deportados, otros ejecutados. Y su corazón se angustiaba por recordar que nada había hecho para evitar aquello. Por varios años medito y estudio viendo lo que podía hacer para mejorar la vida de los niños y su futuro. Cierto día convido a los niños que vendían periódicos y le presento las grandes ventajas de estudiar algo útil. Hablo con ellos de la moral y después les enseño a leer. Y hacer algo de importancia para sus vidas en aquellos días. De esta manera ya tuvo una buena cantidad para el primer domingo y solicito a los niños que llevasen a otros niños a la primera clase. El segundo domingo tenía el doble de asistencia, y así sucedió el tercer domingo. Luego tubo que organizar varias clases con el auxilio de otros profesores. Raikes, recibió criticas y paso a ser llamado “maestro de andrajosos, Padre de los harapientos, profesor de mendigo, bienhechor de los pobres.” En 1787 siete años después, la escuela de Raikes, era reconocida por los obispos de la iglesia oficial del estado. Pues su escuela alcanzaba ya 20.000 alumnos. El entusiasmo por la organización fue esparcida por todas las clases sociales. Y Raikes fue llamado oficialmente al palacio real para exponer su proyecto el cual de esa fecha en adelante paso a recibir muchas contribuciones por parte de los ricos, la cual hizo posible que otras escuelas fueran creadas, produciendo frutos abundantes en la vida de los niños. Cambiando así toda una sociedad."


FIN

Esta hermosa reflexión histórica nos toca nuestra conciencia cristiana y nos inspira a trabajar con mucho más amor por las escuelas dominicales.
En verdad nuestros niños merecen que nos preparemos y seamos maestros íntegros y fieles a las Sagradas Escrituras.

" Porque ellos son los dueños del reino de Dios"


Notas:


Estudio biblico elaborado por : pellegrinogiancarlo@hetmail.com

Puede ser utilizado con toda libertad.