“FIRMES EN EL AMOR”El amor es el fruto más poderoso del Espíritu Santo. Y los más maravilloso es que Dios lo ha derramado en nuestros corazones, la fuerza del amor es el ingrediente que necesitamos para resistir las fuertes envestidas de la vida. Así lo describe el sabio Salomón cuando dice:
“Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogaran los ríos.” Cantares 8:7
Estar firmes en el amor es echar las bases para la eternidad.- pues el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza en la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor nunca deja de ser. 1 Cor. 13:4 al 8
Por eso el amor es más grande que la fe y la esperanza, pues estas algún día terminaran pero el amor es eterno. Estar firmes en el amor, es el resultado de haber entendido y experimentado el gran amor de Dios por cada uno de nosotros.
“De tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en el cree, no se pierda mas tenga vida eterna.” Juan 3:16
Hoy mas que nunca, en medio de una sociedad dividida, egoísta y llena de rencor al prójimo, necesitamos estar firmes en el amor. Y esto fue el énfasis de las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.-
“Un mandamiento nuevo os doy, que os améis, los unos a los otros, como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviéramos amor los unos por los otros.” Juan 13:34,35
Esta es la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, que estemos firmes en el amor, no permitamos que por causa de la maldad, nuestro amor se enfríe y tengamos que oír la voz del Señor diciendo: “pero tengo contra ti que has perdido tu primer amor” sino mas bien, podamos oír del señor: “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tus obras postreras son mas que las primeras.” Así que animo hermano(a) ahora mas que nunca estaremos firmes en el amor, pues nada nos podrá separar de su amor. Que Dios te bendiga, y “levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria del Señor ha nacido sobre ti”
Giancarlo Pellegrino
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