SIGAMOS EL EJEMPLO:
Dios les bendiga amados(as)hemanos(as) y amigos(as), La paz de nuestro Señor Jesucristo, sea con todos ustedes, contento por el segundo programa de Venezuela, su musica y el evangelio, estuve menos nervioso pero, debo mejorar un poco la lectura de tecnisismos que estoy utilizando para la presentacion de nustro pais, pero en cuanto al mensaje se esta llevando muy bien, pero debo mejorar la escojencia de los cantos, pero poco a poco vamos mejorando.
En el día de hoy, quiero presentar un reportaje tomado de las sociedades Biblicas, porque me parece un buen ejemplo que debemos seguir en cualquier parte del mundo, estos son los proyectos que valen la pena impulsarlos, Felicitaciones, la gloria sea para Dios, y sigan adelante con mas proyectos como estos, sigamos el ejemplo.
Un lugar llamado “hogar”
Por Francine Lange, American Bible Society
ESTADOS UNIDOS (LaBibliaWeb.com /SBU) —Las madres solteras que se encuentran en circunstancias desesperadas tiene opciones muy limitadas cuando se trata de buscar refugio. Sin embargo, hay en Denver un programa cristiano que ayuda a estas familias en los momentos de mayor necesidad. Ahora, gracias a un donante de la American Bible Society, todas las mujeres que entren a la Casa Champa recibirán el Nuevo Testamento Butterfly (Mariposa) especialmente diseñado para ellas.
En la zona este de Denver hay una gran casa de ladrillos rojos. El portal de la casa está limpio y decorado con flores y plantas. Una delicada cortina de encaje le da un aire de dignidad privada a la puerta principal, tipo ventana. A la izquierda, debajo de una ventana lateral, hay un letrero que dice: «Timbre para entrar». Una hilera de deditos retira las persianas que cubren la ventana y deja ver a un niño de cabellos rubios, ojos azules y una sonrisa picarona.
Un infante sonrienteEste vecindario próximo a la famosa zona Five Points de Denver, está experimentando un cambio constante debido a que inteligentes urbanizadores con la mirada puesta en el futuro, compran casas para restaurarlas o reconstruirlas. Esta casa en particular no tiene señales de haber sido restaurada, pero el infante sonriente, su madre y las otras mujeres y niños que viven aquí están experimentando una restauración propia: la del corazón, de la mente, del cuerpo y del espíritu.
Niñez descuidadaEl pequeño Dylan, de dos años, su hermano Gavin de ocho y la mamá, Kelly, de 27 años, se mudaron a la Casa Champa hace casi un año. Kelly nos cuenta su historia, una de niñez descuidada, de adolescencia problemática, parte de tiempo en la cárcel y temporal pérdida de la custodia de sus dos hijos. Fue víctima de abuso de manos de un novio drogadicto y quedó embarazada del tercer hijo en una época en la que luchaba para pagar el alquiler. En lo más profundo de su desesperación, conoció a una pareja cristiana que con el tiempo adoptaría al hijo por nacer. Luego oyó hablar del programa que le abriría la puerta a la clase de vida que solamente había soñado.
«Estaba muy asustada», dice al recordar la sesión de orientación en la Casa Champa, una casa de transición para madres solteras dirigida por Denver Rescue Mission. Junto con albergue y alimentación, esta instalación ofrece capacitación laboral, asesoría para la vida y destrezas para criar los hijos, y terapia familiar e individual por un período de hasta veintisiete meses. El programa de cinco fases Nueva Vida adapta la enseñanza a las necesidades individuales, pero siempre está dirigido a que se obtenga independencia propia.
Lugar seguroA los residentes se les exige estudiar y prepararse para el examen que les permite obtener el diploma de equivalencia de bachillerato, emprender tareas domésticas y asistir a la iglesia y a un estudio bíblico semanal. Las reglas incluyen el no uso de celulares, ni tener novios, y se les impone un toque de queda. También, agrega Kelly, «tuve que dejar mi vehículo».
La estructura y las normas mejoran la eficacia del programa. «Es un lugar seguro para vivir», dice Ángela Magnotta, la directora de programas de la Casa Champa, y agrega que la institución logra una tasa de éxito de un cincuenta por ciento.
Inmersa en las EscriturasTodas las actividades y la capacitación se fundamentan en principios bíblicos. «Siempre volvemos a “qué dicen las Escrituras”», dice la señorita Magnotta. «Para todo lo que hagan las residentes, se sumergen en la Palabra de Dios. Incluso si no terminan el programa, la vida de toda mujer que vive aquí es transformada».
La casa, donada por Denver Rescue Mission en 1990, ofrece un refugio para madres e hijos que huyen de situaciones violentas, y para las que se recobran del abuso de sustancias. Más de las tres cuartas partes de las residentes han experimentado alguna forma de violencia doméstica. Las iniciativas de base religiosa de esta clase, son vitales para este grupo social con frecuencia olvidado y rechazado, de acuerdo con Linda Murphy, directora ejecutiva de Metro Denver Homeless Iniciative (MDHI). «No podríamos funcionar sin ellas», dice.
Continúa dando algunas estadísticas. El 23 de enero de 2006 esta organización contó con 9.091 personas en la zona metropolitana de Denver. Los voluntarios identificaron 3.261 niños y jóvenes y 1.150 madres solteras. Otro estudio de familias desheredadas en nueve ciudades principales estadounidenses revela que una familia típica se compone de la madre soltera con dos hijos menores de cinco años. «Es deplorable cuando uno ve cómo están estos niños», dice la señorita Murphy. MDI trabaja con ciento setenta y cinco agencias, incluso Mile High United Way y el gobierno, la iglesia y grupos empresariales. «Todos nos asociamos para abrazar este tema», agrega.
En la Casa Champa, la iglesia y los grupos de alcance desempeñan una función vital. Trabajadores de la iglesia Ortodoxa Griega de Denver ayudaron a renovar las áreas habitacionales, por ejemplo, pintaron y alfombraron los cuartos usando los colores que las residentes habían escogido. De la misma manera, el ministerio de mujeres de la Iglesia Bíblica Bethel en Lakewood «adoptó» las familias de la Casa Champa.
El comienzo de una nueva vidaCada vez que una familia se gradúa del programa celebran una fiesta de despedida y tienen una fiesta de Navidad para todos los residentes. Les ofrecen las cosas que las madres necesitan para comenzar una nueva vida con sus hijitos, como camas, equipos de cocina y de limpieza. Los regalos de Navidad incluyen artesanías, zapatos o ropa. «La mayoría de las familias no tienen nada cuando llegan aquí», dice Norma Mummert del ministerio de mujeres. «Nos aseguramos de que todo lo que les damos sea nuevo, para que de verdad puedan comenzar de nuevo. Es una bendición para nosotras bendecir a quienes han trabajado tan arduamente para mejorar sus vidas».
En el futuro, el Ministerio Bíblico Bethel en la Casa Champa incluirá la entrega de un Nuevo Testamento a cada madre que entra al programa. La edición especial del Nuevo Testamento Butterfly, resultado de una donación a la American Bible Society, tiene en la cubierta una mariposa con toques de azul y verde contra el trasfondo de una cruz.
Kelly piensa en lo que hubiera pasado si no hubiera llegado a la Casa Champa. «Ya no tendría a mis hijos», dice. Tal vez hubiera recaído en las drogas. Su estadía en este lugar tornó una situación de desesperación en una de esperanza.
«Ya logré una de mis metas: el certificado de bachillerato», dice con orgullo. Ahora quiere encontrar un trabajo estable, posiblemente como fotógrafa de estudio. «Quiero que mis hijos sean felices. Quiero ser una persona normal y no tener que preocuparme en dónde encontrar ropa para vestir a mis niños».
La Palabra de Dios, según se experimenta a través de las personas y las actividades de la Casa Champa, le ha enseñado mucho a Kelly. «Ahora sé que soy alguien. La Biblia me enseñó a crecer y a estar mucho más cerca de Dios».
Por Francine Lange, American Bible Society
ESTADOS UNIDOS (LaBibliaWeb.com /SBU) —Las madres solteras que se encuentran en circunstancias desesperadas tiene opciones muy limitadas cuando se trata de buscar refugio. Sin embargo, hay en Denver un programa cristiano que ayuda a estas familias en los momentos de mayor necesidad. Ahora, gracias a un donante de la American Bible Society, todas las mujeres que entren a la Casa Champa recibirán el Nuevo Testamento Butterfly (Mariposa) especialmente diseñado para ellas.
En la zona este de Denver hay una gran casa de ladrillos rojos. El portal de la casa está limpio y decorado con flores y plantas. Una delicada cortina de encaje le da un aire de dignidad privada a la puerta principal, tipo ventana. A la izquierda, debajo de una ventana lateral, hay un letrero que dice: «Timbre para entrar». Una hilera de deditos retira las persianas que cubren la ventana y deja ver a un niño de cabellos rubios, ojos azules y una sonrisa picarona.
Un infante sonrienteEste vecindario próximo a la famosa zona Five Points de Denver, está experimentando un cambio constante debido a que inteligentes urbanizadores con la mirada puesta en el futuro, compran casas para restaurarlas o reconstruirlas. Esta casa en particular no tiene señales de haber sido restaurada, pero el infante sonriente, su madre y las otras mujeres y niños que viven aquí están experimentando una restauración propia: la del corazón, de la mente, del cuerpo y del espíritu.
Niñez descuidadaEl pequeño Dylan, de dos años, su hermano Gavin de ocho y la mamá, Kelly, de 27 años, se mudaron a la Casa Champa hace casi un año. Kelly nos cuenta su historia, una de niñez descuidada, de adolescencia problemática, parte de tiempo en la cárcel y temporal pérdida de la custodia de sus dos hijos. Fue víctima de abuso de manos de un novio drogadicto y quedó embarazada del tercer hijo en una época en la que luchaba para pagar el alquiler. En lo más profundo de su desesperación, conoció a una pareja cristiana que con el tiempo adoptaría al hijo por nacer. Luego oyó hablar del programa que le abriría la puerta a la clase de vida que solamente había soñado.
«Estaba muy asustada», dice al recordar la sesión de orientación en la Casa Champa, una casa de transición para madres solteras dirigida por Denver Rescue Mission. Junto con albergue y alimentación, esta instalación ofrece capacitación laboral, asesoría para la vida y destrezas para criar los hijos, y terapia familiar e individual por un período de hasta veintisiete meses. El programa de cinco fases Nueva Vida adapta la enseñanza a las necesidades individuales, pero siempre está dirigido a que se obtenga independencia propia.
Lugar seguroA los residentes se les exige estudiar y prepararse para el examen que les permite obtener el diploma de equivalencia de bachillerato, emprender tareas domésticas y asistir a la iglesia y a un estudio bíblico semanal. Las reglas incluyen el no uso de celulares, ni tener novios, y se les impone un toque de queda. También, agrega Kelly, «tuve que dejar mi vehículo».
La estructura y las normas mejoran la eficacia del programa. «Es un lugar seguro para vivir», dice Ángela Magnotta, la directora de programas de la Casa Champa, y agrega que la institución logra una tasa de éxito de un cincuenta por ciento.
Inmersa en las EscriturasTodas las actividades y la capacitación se fundamentan en principios bíblicos. «Siempre volvemos a “qué dicen las Escrituras”», dice la señorita Magnotta. «Para todo lo que hagan las residentes, se sumergen en la Palabra de Dios. Incluso si no terminan el programa, la vida de toda mujer que vive aquí es transformada».
La casa, donada por Denver Rescue Mission en 1990, ofrece un refugio para madres e hijos que huyen de situaciones violentas, y para las que se recobran del abuso de sustancias. Más de las tres cuartas partes de las residentes han experimentado alguna forma de violencia doméstica. Las iniciativas de base religiosa de esta clase, son vitales para este grupo social con frecuencia olvidado y rechazado, de acuerdo con Linda Murphy, directora ejecutiva de Metro Denver Homeless Iniciative (MDHI). «No podríamos funcionar sin ellas», dice.
Continúa dando algunas estadísticas. El 23 de enero de 2006 esta organización contó con 9.091 personas en la zona metropolitana de Denver. Los voluntarios identificaron 3.261 niños y jóvenes y 1.150 madres solteras. Otro estudio de familias desheredadas en nueve ciudades principales estadounidenses revela que una familia típica se compone de la madre soltera con dos hijos menores de cinco años. «Es deplorable cuando uno ve cómo están estos niños», dice la señorita Murphy. MDI trabaja con ciento setenta y cinco agencias, incluso Mile High United Way y el gobierno, la iglesia y grupos empresariales. «Todos nos asociamos para abrazar este tema», agrega.
En la Casa Champa, la iglesia y los grupos de alcance desempeñan una función vital. Trabajadores de la iglesia Ortodoxa Griega de Denver ayudaron a renovar las áreas habitacionales, por ejemplo, pintaron y alfombraron los cuartos usando los colores que las residentes habían escogido. De la misma manera, el ministerio de mujeres de la Iglesia Bíblica Bethel en Lakewood «adoptó» las familias de la Casa Champa.
El comienzo de una nueva vidaCada vez que una familia se gradúa del programa celebran una fiesta de despedida y tienen una fiesta de Navidad para todos los residentes. Les ofrecen las cosas que las madres necesitan para comenzar una nueva vida con sus hijitos, como camas, equipos de cocina y de limpieza. Los regalos de Navidad incluyen artesanías, zapatos o ropa. «La mayoría de las familias no tienen nada cuando llegan aquí», dice Norma Mummert del ministerio de mujeres. «Nos aseguramos de que todo lo que les damos sea nuevo, para que de verdad puedan comenzar de nuevo. Es una bendición para nosotras bendecir a quienes han trabajado tan arduamente para mejorar sus vidas».
En el futuro, el Ministerio Bíblico Bethel en la Casa Champa incluirá la entrega de un Nuevo Testamento a cada madre que entra al programa. La edición especial del Nuevo Testamento Butterfly, resultado de una donación a la American Bible Society, tiene en la cubierta una mariposa con toques de azul y verde contra el trasfondo de una cruz.
Kelly piensa en lo que hubiera pasado si no hubiera llegado a la Casa Champa. «Ya no tendría a mis hijos», dice. Tal vez hubiera recaído en las drogas. Su estadía en este lugar tornó una situación de desesperación en una de esperanza.
«Ya logré una de mis metas: el certificado de bachillerato», dice con orgullo. Ahora quiere encontrar un trabajo estable, posiblemente como fotógrafa de estudio. «Quiero que mis hijos sean felices. Quiero ser una persona normal y no tener que preocuparme en dónde encontrar ropa para vestir a mis niños».
La Palabra de Dios, según se experimenta a través de las personas y las actividades de la Casa Champa, le ha enseñado mucho a Kelly. «Ahora sé que soy alguien. La Biblia me enseñó a crecer y a estar mucho más cerca de Dios».
FOTOS:1- Kelly, de 27 años, con sus hijos Dylan de dos y Gavin de ocho, se graduó del programa Casa Champa de Denver Rescue Mission en septiembre.
Dios les bendiga, y será hasta nuestra proxima edición.
Su amigo y hermano: Giancarlo Pellegrino
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